El jardín con especies comestibles de las murallas del monasterio de San Jerónimo en Sevilla ya da sus frutos

Ecologistas en Acción preconiza la extensión de la experiencia-piloto a otros barrios

En el invierno de 2022, voluntarias de Ecologistas en Acción Ciudad de Sevilla y Fridays for Future se lanzaron a una apuesta arriesgada: convertir un espacio degradado en el barrio de San Jerónimo en un jardín comestible de libre acceso. Durante el mes de junio de este año 2024 el jardín ha dado su primera cosecha de fruta, que ha sido recogida de forma espontánea por las vecinas. 

Los jardines comestibles son una alternativa a la jardinería convencional y resultado de una estrategia que apuesta por que el arbolado urbano y la flora auxiliar que lo debe acompañar den además de los beneficios ambientales de cualquier árbol ornamental, comida para el barrio.

La experiencia en San Jerónimo anima a Ecologistas en Acción a continuar con acciones similares en otros rincones del barrio, demostrando que es replicable a otros barrios de Sevilla si se cuenta con un mínimo de implicación vecinal.

El principal mantenimiento de estos árboles es el riego en verano. Desde las promotoras se ha garantizado el riego durante el primer verano y se ha ido trabajando con las vecinas para que ese trabajo lo vayan asumiendo ellas. A día de hoy, con la constatación de que se consigue fruta gratis, el mantenimiento corre a cargo exclusivamente del vecindario.

Vecinos cuidando los árboles frutales

Según los verdes, una lección a aprender por parte del Ayuntamiento es que la colaboración público-comunitaria, es decir la derivada del propio Ayuntamiento con organizaciones socioambientales sin ánimo de lucro sale rentable: los espacios se pueden mantener con la colaboración vecinal ahorrando costes que pueden emplearse en otros menesteres de mejora del propio barrio. Sin embargo, el modelo imperante pasa por la colaboración público-privada en la que lo público aporta los recursos y las empresas se quedan con el beneficio.

«Necesitamos cambios de modelo -concluye Ecologistas en Acción- en el que la ciudadanía sea la protagonista; que el Ayuntamiento acompañe más; que dirija; que controle lo que se aporta desde lo público pero que no coarte acciones bien diseñadas como ésta de los jardines comestibles o las comunidades energéticas, que aportan grandes beneficios socioambientales a coste muy reducido».

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