Asociaciones vecinales denuncian en carta al alcalde de Sevilla las concesiones del Ayuntamiento al Betis

Y la ocupación de espacio público del entorno del estadio con la vista gorda municipal

Las nueve asociaciones vecinales de barrios del entorno del campo del Betis que pidieron por carta al alcalde de Sevilla la paralización del proyecto para erigir una mole de 31.500 m2 contigua al Benito Villamarín y sobre suelo municipal añadieron a su misiva un documento complementario. En el denominado ‘Informe sobre el proceso de colmatación y de ocupación de la parcela ocupada por el estadio Benito Villamarín y su entorno y su incidencia en la seguridad de los asistentes a los eventos deportivos’ denuncian los que consideran favores municipales al club heliopolitano. Estos colectivos, cuyos componentes son en su mayoría béticos, no se oponen a que se termine el coliseo verdiblanco, pero no a costa del dominio público y de poner en peligro la seguridad colectiva en caso de una emergencia por la falta de espacio para una evacuación. A continuación, un resumen del informe enviado al alcalde, completado con algunas imágenes.

El proceso de construcción del estadio Benito Villamarín, que a lo largo de los años ha llegado a ser el cuarto estadio de España, ha estado limitado por los condicionantes de la parcela donde se ubica, la cual cuenta con un espacio muy limitado por el viario público y por la parcela colindante.

Es por ello por lo que el estadio ha ido creciendo hacia la avenida de La Palmera, donde existía una mayor cantidad de suelo disponible. Construir condicionado por un espacio limitado ha provocado que las condiciones de seguridad para los asistentes no sean las óptimas; y también ha obligado al club a realizar ocupaciones de dudosa legalidad del espacio próximo, sin que ninguna corporación (municipal) haya puesto reparos a este proceso, severamente penado para cualquier otro infractor.

El estadio de la Exposición, construido en 1929 y con una capacidad para 10.000 espectadores (15.000 según otras fuentes) se instala en una parcela de aproximadamente 35.000 m² que no ha sufrido modificaciones, salvo las que luego se comentarán.

Estadio de la Exposición de 1929, luego denominado de Heliópolis, Benito Villamarín, Manuel Ruiz de Lopera y, de nuevo, Benito Villamarín

Hoja 18 Sevilla, plano de la zona del ensanche 1:2000. Instituto Geográfico y Catastral. 1929 Stadium en construcción, donde ya se observa la forma de la parcela asociada a a la nueva instalación deportiva

Sevilla, plano de la zona interior. Instituto Geográfico y Catastral. 1935. Escala 1:2000. El Stadium, ya acabado y con el nombre del club usuario de las instalaciones

Imagen aérea del año 1944

En la imagen del vuelo de 1944, en la cartografía antes citada, se aprecia un estadio rodeado de espacios libres. El límite Norte de la parcela es claramente rectangular en sus dos esquinas; el Este está caracterizado por la adecuación de la parcela a la glorieta Plus Ultra, entrada entonces oficial a la ciudad, mientras que en el lado Sur, limitado por la calle Iguazú y el río Guadaira, su esquina Oeste es curva.

El estadio fue creciendo sobre esta parcela, colmatándola. En 1961 el coliseo deportivo fue cedido por el Ayuntamiento al club Real Betis por una peseta con la condición de que las instalaciones mantuviesen su uso deportivo.

Vista aérea que data del año 1982

En la imagen de 1982 se observa la existencia todavía en el Sur de la zona de un gran espacio libre conocido como Villa Heliópolis y que la ampliación de la grada de
Preferencia , construida para el Mundial de España, lleva al estadio hasta el límite Oeste de la parcela catastral, lo que impide que en esta fachada se pueda cumplir la recomendación de la FIFA que señala la necesidad de que exista una barrera de protección perimetral con la mayor antelación posible para facilitar un acceso seguro a los estadios.

El año 2000 ya no existe ningún espacio libre en el entorno, salvo la parcela aneja, y se ejecutan las obras de construcción del gol Norte y de la grada de Fondo conforme al diseño de Antonio González Cordón.

Imagen del año 2001 tomada por Google Earth

En el primer caso la grada se lleva al límite de la parcela y el espacio existente entre la valla de protección y los accesos es muy reducido y además salva un desnivel con escalones (entre 3 y 7), lo que no es en absoluto recomendable para un acceso seguro y confortable, ni para una evacuación urgente.

(“Un estadio moderno deberá estar rodeado de una valla perimetral exterior, montada a cierta distancia del estadio. Junto a esta valla exterior se efectuarán los primeros controles de seguridad del público, con cacheo individual en caso necesario. El segundo
control se realizará en los torniquetes de entrada al estadio. Deberá haber suficiente espacio entre la valla perimetral exterior y los torniquetes de entrada al estadio para permitir que el público pueda desplazarse libremente. Las autoridades locales determinarán las dimensiones de dicho espacio
”. Documento de la FIFA, ‘Estadios de fútbol. Recomendaciones, técnicas y requisitos’, epígrafe ‘Entrada y salida del público’.)


Por último, en el año 2017 se realizan las obras del Gol Sur, en el que se repite el modelo del Gol Norte de cerramiento inadecuado y presencia de escalones en los accesos.

Vista satelital tomada en junio de 2018

Y en este caso la grada invade claramente espacio públicos.

Una valla de seguridad y unos escalones demasiados próximos a los accesos no es lo mas recomendable para un acceso y -sobre todo- para una evacuación seguros.

PLANEAMIENTO URBANÍSTICO

Respecto a la evolución de las determinaciones del planeamiento urbanístico, desde 1946 se ha asistido a una progresiva reducción del espacio clasificado como zona verde. El planeamiento de 1946 dota al entorno del estadio en de una amplia zona verde al Sur del mismo, que funciona como área de seguridad y esparcimiento.

Calificación del suelo en el Plan General de Ordenación Urbana del año 1963

En el PGOU de 1963 se clasifica como zona verde el amplio terreno existente entre el estadio y el antiguo cauce del río Guadaira.

Detalle del PGOU en 1983,en que el área punteada es clasificada como zona verde

En el PGOU de 1987 aparece como zona verde ya exclusivamente la parcela existente entre el estadio y la calle Doctor Fleming

El PGOU de 1987 reduce esa zona verde al solar inmediato al estadio.

En el PGOU de 2006, con Alfredo Sánchez Monteseirín como alcalde, se clasifica como deportivo privado tanto el solar anejo como la calle existente entre este solar y el
estadio

En una operación de urbanismo a la carta, en el Plan General de Ordenación Urbana de 2006 (Alfredo Sánchez Monteseirín como alcalde), con la oposición de los vecinos -que
presentaron mas de 2.000 firmas en contra- se clasifica esa parcela como suelo deportivo, con otros usos compatibles, suelo que esel que ahora se pretenden poner en carga.

IRREGULARIDADES DETECTADAS

En este apartado del documento enviado al alcalde, José Luis Sanz, las asociaciones vecinales analizan las posibles ocupaciones de suelo público realizadas en las recientes
obras de ampliación del estadio de los años 2000 y 2017. Utilizan como fuente el
Catastro.

Irregularidad 1. Ocupación del vuelo de la grada de Preferencia.

En esta imagen de la web del catastro la línea violeta marca la delimitación de la parcela catastral 6088001TG3368N0001JE , la parcela propiedad del club por cesión del Ayuntamiento de Sevilla, que catastralmente tiene una superficie de 35.645 m2 y 67.327 m2 construidos.

Se observa que la cubierta de la grada de Preferencia ocupa el vuelo 654 m2 sobre la calle adyacente, que es un bien público. Esa ocupación del vuelo no está absolutamente prohibida, pero sí sometida a un riguroso régimen procedimental ( aprobación de plan especial, declaración de utilidad pública…) y sería interesante conocer si la Gerencia de Urbanismo la ha autorizado y con qué formula, o simplemente ha hecho lo que se denomina popularmente “la vista gorda”.

Irregularidad 2. Ocupación del vuelo y del suelo de la Grada de Gol Sur construida en 2017, que compromete la seguridad en la calle Iguazú

En el caso del Gol Sur la grada sobresale 563 m2 sobre los límites del parcelario catastral. Obsérvese cómo se pierde la visión del carril ciclista existente en la calle Iguazú. Es probable que la rasante del estadio aquí haya sobrepasado la parcela privada e invadido terreno público, pero para confirmarlo sería necesario realizar un trabajo topográfico de medición preciso.

En la esquina sur de Preferencia se observan dos construcciones del estadio situadas fuera de la parcela catastral: la escalera de acceso a Preferencia ocupa 106 m2 de suelo público, e igual sucede con el acceso al estacionamiento situado en el Gol Sur , que ocupa 103 m2 de suelo público.

Como consecuencia de este crecimiento gradual del estadio se ha afectado la calidad urbanística del entorno.

En esta ortofotografía de 2016, realizada antes de la construcción del nuevo Gol Sur se observa que al llevar al límite de la parcela la nueva grada hubo que eliminar los eucaliptos casi centenarios existentes y localizados fuera de la parcela.

En estas fotos, superior e inferior, de las obras del Gol Sur aún se observan, a la derecha, los árboles preexistentes

Y la propia calle Iguazú se estrechó de 32 a 23 metros para dar cabida a las nuevas aceras desplazadas, perdiendo un carril por sentido y provocando la saturación puntual del tránsito rodado en esta vía.

Irregularidad 3. Ocupación de suelo público en la Grada del Gol Norte, construida en el año 2000

En la esquina Noroccidental del estadio se observa un extraño cambio en la alineación de la parcela, ocupada hoy por la tienda del club y por el acceso al estacionamiento situado en el Gol Norte, que ocupan 337 m².

Foto aérea de 1973

Catastro de Sevilla 1974 . Obsérvese la forma de la parcela en su sector noroccidental, que no se corresponde con la actual

En la imagen aérea de 1973 y en el plano catastral de 1974 se observa la situación del estadio y de la parcela aneja, y no se corresponde con este perfil. Si esto es así …. ¿en qué momento el club accedió a la propiedad y con qué títulos?, teniendo en cuenta que la normativa urbanística es muy restrictiva en lo referente a la modificación del parcelario urbano.

LOS ESPACIOS LIBRES EN LOS ENTORNOS DE LOS ESTADIOS

Se ha realizado un análisis comparativo de la situación del estadio Benito Villamarín con algunos de los mayores estadios de España. Las mediciones se han realizado con el visor Iberpix del Instituto Geográfico Nacional y se pueden considerar sólo estimativas.

Se ha realizado una medición de la superficie libre inmediata al estadio susceptible de ser utilizada como área segura y de refugio en caso de una evacuación. Las ventajas de disponer estos espacios libres son numerosas para facilitar un entorno seguro y confortable para la celebración de los eventos deportivos de asistencia masiva.

Se compara las ratios disponibles asistentes/m² de suelo libre disponible.

En el caso del estadio Benito Villamarín se hacen dos estimaciones: el espacio libre disponible en la actualidad y el resultante si se construyese el proyectado centro de servicios sobre la parcela aneja, actualmente sin uso.

Los valores del Estadio Benito Villamarín son los más bajos de todos los estadios de referencia, valores que se verían reducidos a solo 0,05 m² por asistente al estadio si se colmatase el solar anejo al estadio, (valores) que son ridículos.

CONCLUSIONES

El proceso de construcción del estadio se ha realizado sobre una parcela que se ha quedado pequeña. El club, en las dos últimas ampliaciones de los años 2000 y 2017 ha ocupado espacio público sin que haya trascendido el procedimiento realizado para ocupar suelo y vuelo público. A la par, el entorno del estadio, de marcar el limite de la ciudad, ha pasado a rodearse de edificaciones, quedando sólo como último espacio libre la parcela de casi una hectárea aneja al estadio y de titularidad pública.

Aunque el Estadio Benito Villamarín es considerado una instalación deportiva de cinco estrellas, las condiciones del entorno no son las óptimas para el desarrollo seguro de actividades deportivas de asistencia masiva.

( En el último derbi, de 28/04/2024, el subdelegado del Gobierno comentó las condiciones no idóneas del entorno del estadio para salvaguardar la seguridad de los asistentes en partidos declarados de alto riesgo y la necesidad de contar con una burbuja de seguridad )

Su situación en un medio urbano, la presencia de calles de escasa sección que necesitan ser cortadas cuando se realiza un acto deportivo, y la ausencias de espacios libres que pudieran servir como refugio para facilitar un acceso y una evacuación seguras, no son conformes a las recomendaciones de la FIFA y a la directivas y recomendaciones del Convenio de Saint-Denis del Consejo de Europa sobre la organización de acontecimientos deportivos seguros y protegidos, que comprometen a España como signatario de dicho acuerdo internacional, ratificado el 23 de
mayo de 2017.

Comparado con otros grandes estadios españoles, el del Betis cuenta con una
superficie libre en su entorno próximo muy reducida que ahora se pretende prácticamente eliminar.

Las recomendaciones sobre la seguridad en el perímetro del estadio y en los puntos de ingreso y de salida, así como la existencia de un área de seguridad para facilitar la rápida evacuación se consideran imprescindibles. Si bien estas recomendaciones (Consejo de Europa 2015, Recomendaciones Rec del Comité Permanente sobre Protección, Seguridad y Servicio en los Partidos de Futbol y en otros Eventos Deportivos) no pueden ser directrices, dada la gran variedad de situaciones en cuanto a antigüedad, tamaño y diseño de los miles de estadios europeos y las circunstancias de cada Estado, sí parece sin embargo inexcusable la aplicación de estas recomendaciones cuando se trata de obra nueva, como es el caso de una edificación aneja al nuevo estadio Benito Villamarín -tan discutida- de 31.500 m2, con usos todavía por definir.

Simulación de la mole aterrazada proyectada anexa al estadio del Betis en suelo público

Esta construcción complicaría el manejo de los asistentes a los partidos y comprometería su seguridad al colmatarse el perímetro del nuevo estadio, aumentar la presencia de personas por la capacidad de carga de los 31.500 m² edificados y dificultar una teórica evacuación de emergencia, que debe completarse hasta un lugar protegido en un tiempo máximo de ocho minutos, según los estándares de seguridad exigidos (art. 43 y 44 de las Recomendaciones).

El Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno tienen la obligación no sólo de cumplir la legalidad urbanística, sino de velar por la seguridad de los asistentes y de los propios vecinos residentes en los barrios colindantes. Por todo ello consideramos fuera de toda lógica que se autorice la ocupación del solar vecino al estadio, que es el único recurso -aunque insuficiente- para facilitar unas condiciones de seguridad mínimas a los asistentes a los eventos deportivos.

No actuar ahora evitando la colmatación del entorno con nuevos usos supondría ser cómplices de los posibles sucesos derivados de la falta de un entorno seguro en las inmediaciones del Estadio Benito Villamarín en el caso de que se produjese un incidente grave.

Los dos principales club deportivos de fútbol de la ciudad de Sevilla actúan como lobbies o grupos de presión ante el Ayuntamiento, amparados en el peso e influencia de su masa social.

Colmatar todo el espacio libre existente en el entorno del estadio (con la construcción de la mole) reduciría a la mínima expresión el espacio de seguridad o refugio necesario tanto para la entrada segura de los asistentes a los eventos deportivos como -sobre todo- ante una posible evacuación en una situación de emergencia, y contravendría las recomendaciones de la FIFA y del Consejo de Europa sobre seguridad en eventos deportivos

En el caso del Betis, analizando las hemerotecas éstas recogen numerosas concesiones al club: en 1961 consiguió la cesión del estadio municipal; en 1988, que le indemnizaran con una cantidad desmesurada por un ficticio desalojo de Villa Heliópolis (terrenos anejos al Estadio, donde el club realizaba sus entrenamientos, de propiedad municipal que además no abandonó hasta muchos años después); en 1990 se le cedieron al club los terrenos ocupados por la Ciudad Deportiva Luis del Sol, ejecutándose obras sin licencia que invadieron una zona declarada sistema de espacios libres y que no se legalizarían hasta el 2012 tras la aprobación del nuevo PGOU que lo facilitaba; en 1995 y 2013 se le exoneró la deuda que mantenía con el Ayuntamiento, con artificios contables o convenios inconsistentes; en 2003 se firmó el convenio que permitía la desclasificación como zona verde de la parcela aneja al estadio y su cesión lucrativa al club con una edificabilidad de 32.000 m².

El 4 de julio se celebrará en el IES Punta del Verde (Heliópolis) un acto informativo sobre el proyecto de construcción de una mole contigua al campo del Betis en suelo municipal

Este muestrario de urbanismo a la carta y de tratos de favor en algún momento tiene que acabar. La ciudad no tiene por qué estar al quite de la situación de tesorería de un club deportivo y pagar sus facturas, cuando además éstas tienen un alto coste sobre la seguridad de los asistentes al estadio y de los propios vecinos.


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